Patrimonio de la Humanidad

El Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica, en el que se incluyen las pinturas rupestres de los pueblos del Macizo del Caroig, fue declarado Patrimonio de la Humanidad el 5 de diciembre de 1998 por la UNESCO.

Esta declaración afecta no sólo al arte rupestre sino también al territorio que le acoge.

Esta declaración de patrimonio universal afecta a más de 30 yacimientos arqueológicos con pinturas rupestres en la zona de ámbito de la Asociación Macizo del Caroig, y a las 7 poblaciones que los albergan: Bicorp, Millares, Dos Aguas, Quesa, Moixent, Enguera y Navarrés.

 La UNESCO reconoció de esta manera los grandes valores de estas manifestaciones artísticas del pasado, como exponentes de la creatividad humana de las últimas sociedades de cazadores-recolectores. En definitiva, unas emocionantes expresiones artísticas de belleza y plasticidad exclusivas, que se denominan en el ámbito especializado, estilo levantino.

El reconocimiento internacional hace hincapié en el aspecto cultural, pero con un valor natural añadido dada la singularidad de estos espacios naturales, no sólo como una mirada hacia el pasado sino también como una visión de futuro.

Las pinturas rupestres en el Macizo del Caroig y sus estilos

La riqueza del ecosistema y su magnífica situación geográfica han hecho de esta zona una de las más ricas en arte rupestre prehistórico.
Los primeros descubrimientos de arte rupestre en la zona se remontan al año 1920, cuando fueron descubiertas las Cuevas de la Araña. Desde entonces no han dejado de localizarse nuevos conjuntos y todavía hoy continúan produciéndose hallazgos extraordinarios.
Los abrigos y cavidades del Caroig conservan muestras de diversos estilos de arte rupestre prehistórico. Se ha afirmado la existencia de Arte Macroesquemático en algunas figuras conservadas en el Barranco del Bosquet de Moixent, en el abrigo de Roser de Millares o incluso en los abrigos del Barranco Moreno de Bicorp.

Se trata de grandes figuras de tendencia esquemática pintadas en color rojo que representan figuras humanas con los brazos levantados y grandes serpentiformes de desarrollo vertical.
No obstante y pese al enorme interés de estas manifestaciones, el estilo más extendido en la zona del Caroig es el Arte Levantino.
El rasgo más característico de esta forma de expresión es la composición de escenas de muy diversa temática, protagonizadas por hombres, mujeres y animales. Entre ellas predominan las de caza, aunque abundan también los grupos de arqueros en muy diversas actitudes; marchando provistos de arcos, como en el abrigo del Ciervo (Dos Aguas) o en el abrigo del Barranc de les Alcusses (Moixent).

En otras ocasiones los descubrimos participando en danzas, como la del abrigo del Voro (Quesa), donde aparecen cuatro guerreros en fila, pertrechados con arcos y flechas, en lo que parece algún tipo de ritual ya que además de la posición danzante están tocados con gorros y plumajes que les confieren una actitud especial. De cariz completamente distinto son las escenas de la vida cotidiana, de las que contamos con buenos ejemplos en el abrigo de Lucio (Bicorp) y las de recolección, cuya mejor muestra la encontramos en las Cuevas de la Araña (Bicorp). En la zona más alta de la roca, alrededor de una oquedad natural que parece representar una panal, hay unos trazos gruesos de los que cuelgan tres cuerdas que llegan hasta la parte inferior de la pared.
En su extremo superior, junto al agujero, una figura humana que parece curvar las cuerdas por el peso lleva en la mano un recipiente similar a una cesta. A su alrededor aparecen representadas las abejas de diferentes tamaños.

Esta escena, a pesar de la sencillez, constituye el primer documento gráfico sobre la recolección de la miel en la prehistoria y ha pasado a convertirse en símbolo mundial de la apicultura. Pero sin duda alguna las escenas más frecuentes y de mayor expresividad son las cinegéticas. En ellas grupos de arqueros se representan acechando o lanzando flechas contra cabras, ciervos, caballos y otros animales. En algunas escenas de caza los podemos observar a la carrera, siguiendo huellas, acosando a los animales heridos o cobrando sus presas. En las Cuevas de la Araña (Bicorp), se conserva una escena de cacería en la que al menos nueve arqueros cercan y disparan sus flechas sobre un rebaño de cabras. Algunos animales yacen muertos y otros huyen heridos de los cazadores. Pero los animales aparecen también en actitud reposada, tal y como debieron ser vistos por los cazadores levantinos en la exploración de su territorio. Son buenos ejemplos el grupo de cabras, ciervo y cierva del abrigo II de las Cuevas de la Araña o el gran toro de la tercera cavidad de este mismo conjunto, una de las figuras de mayor tamaño de todo el repertorio levantino peninsular. El tercer estilo identificado en los abrigos del Macizo del Caroig es el Arte Esquemático. El emplazamiento de las manifestaciones esquemáticas es similar al de los otros estilos descritos, con los que comparte cavidades y en ocasiones incluso se superpone a ellos. A diferencia del Arte Levantino este estilo incluye además de la pintura la técnica del grabado. La pintura es normalmente roja, pero también se usan pigmentos anaranjados, negros y blancos. Para aplicar la pintura sobre la roca se usan a modo de pinceles los dedos y tampones anchos, que dejan trazos irregulares y de bordes imprecisos. La técnica de grabado esquemático es normalmente por picado de la roca creando surcos anchos e irregulares. La característica que mejor define este estilo es la simplicidad gráfica a la hora de representar las figuras humanas y animales. No obstante existen muchas variantes. Otros motivos como soliformes, ídolos y representaciones geométricas completan el repertorio temático del Arte Esquemático.
Los conjuntos esquemáticos más importantes del Macizo del Caroig se encuentran en el Barranco Moreno, con la Balsa de Calicanto y el abrigo de los Gineses como conjuntos principales; en el Barranco del Bosquet de Moixent o en el Cinto de la Ventana de Dos Aguas.
Las investigaciones en torno al poblamiento prehistórico en el Macizo del Caroig, todavía se encuentran en una fase preliminar. Sin duda alguna el futuro nos deparará nuevos hallazgos que mejoren el conocimiento que tenemos de su prehistoria y de la evolución del paisaje.